Se solía pensar que el que tenia problemas por consumir azúcar, era únicamente el diabético, pero ahora es bien sabido que no es así. Hay situaciones intermedias en que ya se está allanando el camino para la diabetes y que provocarán unas serie de síntomas, los cuales nos darán la alerta. Cuando el metabolismo de la glucosa se ve afectado, aunque no implique la necesidad de medicación para suplantar o aumentar la función pancreática, supone un problema de salud. Los malos hábitos alimentarios, el sobrepeso u obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son factores que provocaran una tendencia más elevada a padecer problemas con el azúcar.

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¿Cuales son las señales de alerta?

Los síntomas que nos avisarán de que algo no va bien son: * La 3 P’s: Polidipsia (mucha sed), poliuria (muchas ganas de orinar), polifagia (mucha ansiedad por comer). * Aumento de peso * Hipertensión * Fatiga * Hiperpigmentación de algunas zonas de la piel * Aumento de los lípidos en sangre 

¿Qué significa ‘tener azúcar’? 

Se oye frecuentemente decir a gente que ‘tiene azúcar’. Esto no deja de ser una forma coloquial de decir que nuestro metabolismo de los hidratos de carbono está comprometido, siendo imposible captar la glucosa hacia las células y aumentando los niveles de este azúcar simple en sangre. Hay dos causas principales para que pase esto. Una es que haya resistencia a la insulina. Esto quiere decir que, aún teniendo niveles de insulina correctos o altos esta no podrá llevar a cabo su función, que es la de incorporar la glucosa al interior de las células cuando lo necesiten.

Otra causa será la diabetes, donde el páncreas no segrega la cantidad de insulina necesaria para el organismo, de manera que la glucosa queda en sangre sin medio para entrar a las células. Los dos mecanismos patogénicos están en parte relacionados, ya que la resistencia a la insulina provocará que el páncreas trabaje a marchas forzadas provocando su desgaste y consecuente diabetes tipo II.

Por otra parte, está la diabetes tipo I, en la cual se da una destrucción autoinmune de las células del páncreas. Esta es mucho más grave y requiere de insulina siempre, siendo una enfermedad con un factor genético importante. 

¿Qué supone esto? 

La resistencia a la insulina es una situación que se puede revertir, pero la diabetes es un punto de no retorno. Es una situación grave en que la calidad de vida puede disminuir mucho, y nos veremos condicionados de por vida a tratamientos y pautas de alimentación estrictas. Así, vale la pena mantener un estilo de vida saludable y no llegar a esta situación. 

¿Qué podemos hacer para evitarlo? 

La pauta para conseguir corregir este problema será básicamente perder peso y hacer ejercicio. Algo muy sencillo, y a la vez tan difícil. Por eso en el mercado existen múltiples preparaciones naturales de farmacia que ayudan a combatir el hiperinsulinismo, y llegar a nuestra meta lo antes posible.

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