El órgano del cuerpo que tiene más volumen es la piel. Una de sus funciones es la de protegernos de cualquier peligro exterior que pueda perjudicarnos. Y aun así, la tenemos muy olvidada. De ahí la importancia de utilizar un exfoliante corporal. Por eso, hoy queremos hablar de todo lo relacionado con este producto para saber cómo, cuándo y por qué es tan necesaria su utilización, tanto a nivel estético como de salud.

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¿Para qué se utiliza un exfoliante corporal?

Para contar con una piel suave y luminosa durante todo el año, la exfoliación corporal es básica. Gracias a este proceso, nuestra piel volverá a respirar después de haber eliminado todas las células muertas de la misma. Hay que tener en cuenta que las células nacen para a continuación renovarse y después morirse. Gracias a los exfoliantes corporales las células muertas que se encuentren acumuladas en la piel desaparecerán y se estimulará la regeneración celular.

¿Cómo usar un exfoliante corporal?

Además de la eliminación de las células muertas, un exfoliante es un tratamiento especial que ayuda a eliminar las manchas de la piel. El motivo es que eliminan la zona más superficial de la misma que es donde estas se encuentran. También existen exfoliantes que bloquean la melanina gracias a un principio activo que evita la hiperpigmentación.

Es recomendable exfoliarse en el momento del baño para que el vapor del agua abra los poros y se favorezca el proceso. Se debe aplicar el producto mediante masajes circulares y siempre ascendentes durante unos minutos. Para finalizar, se debe retirar con agua abundante para eliminar cualquier residuo.

También podemos limpiar bien la piel y después aplicar el exfoliante o incluso aplicar en seco. Con una o dos veces a la semana será suficiente para lucir una piel resplandeciente. No será necesario presionar demasiado fuerte para hacer desaparecer las células muertas y estimular la circulación de la sangre.

Zonas imprescindibles para exfoliar

Una de las zonas con las que hay que tener especial cuidado son los pies. No en vano, soportan el peso de todo el cuerpo y en los mismos se acumulan una gran cantidad de células muertas. Además nos ayudará a no tener los talones agrietados. Para evitar que se queden los pelos incrustados a la hora de depilarse, hay que exfoliar las piernas un día previo a la depilación. Para quitar las manchas de nuestras manos, exfoliarlas es fundamental. Si lo hacemos en las cutículas también y nos damos un pequeño masaje con el exfoliante, conseguiremos fortalecer las uñas.

Las axilas son otra parte del cuerpo donde se acumulan más células muertas. Su exfoliación es importante para que no aparezcan manchas y para evitar problemas a la hora de aplicar cualquier otro tratamiento en esta zona. La espalda y los hombros son otras áreas que deberían ser tratadas con asiduidad con un exfoliante corporal. Evitaremos manchas, puntos negros y cualquier otro tipo de irregularidad.

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