Correctores
El uso de correctores para ocultar pequeñas imperfecciones siempre es positivo. Sin embargo, a veces no resulta fácil saber cuál elegir o cómo funcionan exactamente. Dada la amplia gama disponible en el mercado, resulta imprescindible aclarar cuáles son las claves que los convierten en uno de tus mejores secretos de belleza.
Repasamos para qué sirven y por qué combinados con tu maquillaje habitual pueden ser el toque revolucionario que necesitas para rejuvenecer tu rostro. Anímate a probarlos o comprueba las últimas novedades disponibles. Seguro que consigues lucir una mirada más intensa y una piel tersa y radiante.
¿Qué es un corrector de maquillaje?
Es un producto de uso tópico que te ayuda a eliminar las pequeñas imperfecciones que suelen aparecer en la parte inferior de los ojos. La piel en esta zona, y en los párpados, es más fina que la del resto del cuerpo.
Los agentes externos inciden directamente en su elasticidad. Además, las temidas ojeras siempre afectan de forma negativa a tu imagen. Un corrector tiene una densidad superior para que puedas cubrir la zona correspondiente y, de este modo, igualar su tono con el del resto de la cara.
¿Cuáles son los formatos disponibles?
Tienes cuatro alternativas dependiendo de tus gustos o necesidades. Se resumen en el siguiente listado:
• En barra: Se usa como si de un pintalabios se tratase. Solo has de aplicártelo directamente donde sea necesario y darte unos ligeros toques con los dedos para esparcirlo de la forma correcta. Es una buena solución para las imperfecciones leves.
• En crema: Gracias a su densidad, es la opción perfecta para cubrir ojeras profundas. Tan solo necesitas un poco de producto para conseguir tu objetivo. Cubre muy bien y resulta muy sencillo usarlo.
• Compacto: Es muy eficaz para ocultar granitos en otras zonas de la cara. En formato polvo, se ajusta mejor a la forma de tu rostro y se aplica con enorme facilidad.
• En líquido: Aunque no se aconseja para las pieles grasas, su formato es ideal. Se emplea con un dispositivo terminado en una pequeña esponja. También es muy útil para tapar los puntos negros.
¿Cómo se aplica?
Recuerda elegir un tono ligeramente más luminoso que el tuyo y tener en cuenta las siguientes claves para que sus efectos sean los más adecuados:
• No lo utilices sobre las líneas de expresión, ya que solo conseguirás acentuarlas. Mejor apostar por la zona de las ojeras y por el área lateral de la cara. No olvides que se trata de difuminar las imperfecciones.
• Antes de usarlo, hidrata tu piel para evitar que termine cuarteándose a las pocas horas.
• Los toques con los dedos y la aplicación en las ojeras han de ser siempre con movimientos muy suaves. La excesiva fricción puede irritarte la piel.
• Escoge un tono compatible con el resto del maquillaje que vayas a emplear.
No dudes en poner en práctica nuestros consejos para sacar el máximo partido a los correctores que adquieras. De ti depende lucir un rostro impecable y sin imperfecciones. Seguro que consigues tu objetivo.