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El hilo, la seda y el floss eliminan muy eficazmente la placa y los restos de comida y otras partículas que el cepillo de dientes no puede alcanzar, garantizando así la higiene bucal. Gracias a su forma, el hilo es fácil de usar estando incluso mojado. 

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Diferencias entre hilo, seda y floss

Si aún existen dudas entre si usar el hilo o la seda para la limpieza de los dientes, todo dependerá de las circunstancias de nuestra higiene bucodental.

Así, la principal diferencia entre el hilo y la seda es que, el primero, se utiliza en dentaduras normales y es más rígido. La seda está más indicada para alcanzar aquellos lugares más estrechos y de difícil acceso. Por otra parte, el uso de la hebra suele ser más complicado para las personas mayores con dificultades en la movilidad, así como para los niños más pequeños.

El floss es un tipo específico de seda altamente recomendable para la limpieza con brackets, es resistente al deshilachado y se desliza fácilmente entre los dientes, además de ser sencillamente insertable y no hacer daño en los dedos durante su uso. Está especialmente indicado para personas que usan ortodoncias o brackets, y personas con enfermedades bucodentales como la gingivitis, la periodontitis o las caries frecuentes. No obstante, su uso es apto para cualquier persona.

De forma general, el hilo dental y la seda son ideales para garantizar la salud y la higiene bucodental que necesitamos. A pesar de que en muchas ocasiones solo las usamos cuando tenemos alguna enfermedad, como puede ser la gingivitis o la periodontitis, debería ser de uso cotidiano tras el cepillado de dientes para combatir la formación del sarro por completo.

Están compuesto por fibras de seda que ayudan a que:

Durante su uso, la hebra no haga daño ni se clave en los dedos.

No se deshilache mientras lo usamos entre espacios interdentales.

No se deforme al estar mojado.

Sea fácilmente insertable en los espacios pequeños y estrechos.

Para quién está indicado

Tanto el hilo la seda y el floss están especialmente indicados para personas que utilizan brackets u ortodoncias, y también para enfermedades bucodentales como podría ser la gingivitis. No obstante, su uso es apto y recomendable para todas las personas que quieran cuidar su higiene bucodental.

Cómo usar el hilo y la seda

Corta una hebra de seda o hilo de unos 15 centímetros. Átala en forma circular y sujétala con los dos dedos índices para evitar dañar tus dedos. Introduce la hebra en el primer hueco interdental con cuidado de no dañar la encía, después tuerces el hilo hacia un lado y deslizas la hebra por el diente para sacar el hilo, después vuelves a repetir el proceso pero hacia el lado contrario. Éste procedimiento hay que realizarlo en todos los huecos interdentales de nuestra dentadura.

Cuando acabes, es recomendable enjuagarse la boca. Lo mejor es hacerlo con un enjuague de flúor para terminar de completar la correcta higiene de nuestras encías y dientes.

Los profesionales recomiendan usar el hilo o la seda dental al menos una vez al día. Es especialmente importante usarlo en el último cepillado del día, antes de dormir.

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