Nivel de la personalidad: La Fórmula Leucantha viene a trabajar en los niños y adultos que vivieron la siguiente situación: cuando la mujer descubre que está embarazada y, en aquel momento piensa – “yo que no quería este hijo ahora” – Este pensamiento surge porque no programó el embarazo, por condiciones sociales o financieras precarias, porque es soltera, o porque tiene un bebé muy pequeño, o porque se está programando para quedar embarazada solamente al año siguiente, o porque volvió a estudiar, o porque tiene miedo del embarazo, porque está en el patrón de rechazo por su propia madre en la hora de la concepción, porque tiene muchos hijos, etc. En el exacto momento de este pensamiento de rechazo, es roto el vínculo energético entre la medre y el niño, aunque algunos minutos después del choque, ella acepte al hijo. Este sagrado vínculo energético es llamado comúnmente instinto maternal. El niño no perdona a la madre. La causa del sentimiento de inseguridad viene de la ruptura del vínculo en la hora que la madre lo rechazó. Este vínculo energético que perdieron al comienzo de su vida es la referencia de seguridad del niño. Este vínculo energético es lo que introduce al niño en el mundo y en la vida. El primer pensamiento de la madre sobre el feto tiene un gran peso. Este pensamiento definirá si la vida del individuo se desarrollará de forma normal, con tranquilidad, alegría, interés, satisfacción, madurez, con espíritu de conquista, enfrentando normalmente los desafíos de la vida o sucede lo contrario, una vida de constante dificultad, cargando los sentimientos de inseguridad, nerviosismo, agitación y de insatisfacción, muchas veces de tristeza o violencia, no madura, no consigue descubrir para que vino, es muy sensible al resentimiento, rabia u odio. Siente celos de los hermanos. Tiene dificultad en el aprendizaje. No consigue lograr el objetivo de vida, como también, no consigue descubrir cual es su real vocación, sus habilidades y su talento. La Fórmula Leucantha es muy útil también para los niños o adultos que fueron desligados de la madre muy luego, por muerte o separación inevitable.
Nivel del alma: Segundo Rayo Dorado, Séptimo Rayo Violeta, Décimo Primer Rayo Opalino. “En esta fórmula tenemos la sabiduría y el poder transmutados de perdonar a todos y a todo, olvidando y comprendiendo en el complementación con la conexión pura con el Divino. Nos es ofrecido todo con amor para ser realineado y perfeccionado donde el Ser en su esencia transciende y se desarrolla bello e iluminado.”