El Kuzu es la raíz elaborada de la Pueraria Thumbergiana o Pueraria Hirsuta Matsum. En los albores de la medicina de las hierbas chinas, el Kuzu ya era empleado para combatir la fiebre, los trastornos intestinales, la fatiga y la debilidad general.
Es una planta que crece en cualquier parte, sin precisar de cuidados, aunque prefiere los climas suaves. Se extiende con inusitada rapidez por los campos.
La preparación del Kuzu actual no ha sufrido casi variación desde hace siglos. Se recogen las raíces en invierno (de diciembre a marzo). Algunas raíces alcanzan hasta dos metros de longitud, hundidas en la tierra. La elaboración del Kuzu consiste en aislar los almidones, eliminando la fibra y las impurezas y secándolo finalmente al aire libre. Este proceso requiere varios meses y es totalmente artesanal.
Es muy importante que esté asegurada la calidad y pureza del Kuzu, frente a imitaciones modernas a base harinas de arrurruz, patata dulce, maíz, etc. que, por supuesto, resultan más baratas, pero que no producen los efectos del producto genuino. Para el consumidor, a veces resulta difícil distinguir los sucedáneos. El Kuzu de MIMASA ofrece completa garantía, sin mezclas de ningún tipo, por lo que sus efectos están asegurados. Se prepara diluyendo dos cucharaditas de Kuzu en un vaso de agua fría y luego hirviéndolo durante unos cinco minutos, hasta que adquiere una consistencia gelatinosa, incolora o rosada y casi transparente. Se aliña con Tamari-Shoyu.
En preparaciones culinarias, se utiliza como espesante. Diluir igualmente en agua fría y añadirlo durante los últimos minutos de cocción de sopas, verduras, potages, tartas de verduras o de pasteles (extendiéndolo por su superficie antes de pasar al horno). Es también aderezo de ensaladas, cocción de pescados, etc.
Su sabor neutro combina perfectamente con cualquier alimento dulce o salado y se digiere con facilidad gracias a su pureza.
Tradicionalmente, se ha utilizado para reforzar los intestinos.