Gases estomacales
El exceso de gases es un problema que afecta a un gran número de población, teniendo síntomas tales como distensión abdominal, dolor o exceso de flatulencias. Se entiende por normal cuando es algo puntual, si hemos hecho una comida copiosa o estamos pasando un infección gastrointestinal, pero ya se convierte en un problema mayor cuando se da prácticamente a diario. Ante esta situación, nos tendremos que plantear porque nos pasa esto y poner medidas. Los hábitos alimentarios y las intolerancias son los principales causantes de este mal. En farmacia Coliseum encontrarás múltiples complementos alimenticios que pueden ser útiles a la hora de paliar estos síntomas.
Tómate tu tiempo para comer y selecciona bien
Es bien sabido que las prisas no son buenas cuando nos sentamos a la mesa. Una de las principales causas hoy en día de la indigestión y de la aerofagia, es comer muy rápido y sin masticar. Algo tan simple y que es tan fácil de solucionar, nos puede provocar problemas serios en nuestro bienestar intestinal. Así que, respira hondo, mastica y disfruta de tu comida invirtiendo algo más de tiempo, ya que el no hacerlo puede aguarte el resto del día.
También es importante comer de forma equilibrada y no hacer un disbalance entre algunos nutrientes. La fibra soluble es indispensable para tener una buena salud intestinal, pero en exceso puede causar un sobrecrecimiento bacteriano que nos hará tener gases. Sobre todo nos puede pasar esto cuando no estamos acostumbrados a su consumo, y solo lo hacemos de forma puntual. El caso más claro es el de las legumbres, ya que contiene sustancias qeu provocan muchos gases si no se cocinan bien.
Podría ser una intolerancia alimentaria
Cuando no digerimos correctamente ciertos componentes de la comida, podemos tener problemas intestinales en consecuencia de la presencia de estos en el intestino y su fermentación por parte de las bacterias colónicas. La fermentación excesiva provocará el aumento de gases, que nos provocarán dolor de barriga y flatulencias. Si padecemos una intolerancia alimentaria, tendremos problemas para descomponer lso nutrientes del alimento en cuestión y nos pasará esto.
Las más comunes son la intolerancia a la lactosa, al gluten (que no es lo mismo que la celiaquía), la fructosa y la histamina. Para detectarlas es preciso hacer un diagnóstico correcto, pero sobre todo tendremos que hacer caso a nuestro cuerpo, y si algo no nos sienta bien simplemente tendremos que evitarlo.
¿Y la celiaquía?
La celiaquía es una enfermedad intestinal con componente autoinmune, no como las intolerancias, pero con solución fácil una vez diagnósticada: no comer gluten. Hoy día se estima que en torno a un 1-1,5% de la población la padece, habiendo un alto porcentage de individuos sin diagnosticar por sus síntomas y signos tan variables. Entre ellos encontraremos la distensión abdominal, el dolor y los gases.