En la unión con el otro también busca la unión con Dios. Cuando las personas se relacionan bajo su influencia, no hay apego ni posesión, sino libertad y deseo de compartir. Desde su espontaneidad, te inspira la alegría de vivir. Actúa como una hechicera del amor, derritiendo hasta la coraza más dura con su energía misteriosa, apasionada y envolvente. Es un rayo que te despierta y te abre a otra dimensión. Su razón de ser es encontrar el amor que hay en cada uno y, a través de la sensualidad y el placer, expandirlo a todo el mundo, a las personas, a los animales, a la tierra.